Hace
ya mucho tiempo, todos los elefantes del mundo eran negros o blancos. No tenían
problemas con los demás animales, pero se odiaban entre sí, por lo que ambos
grupos se mantenían apartados: los negros vivían a aun lado de la jungla y los
blancos al lado opuesto.
Un
día los elefantes negros decidieron matar a todos los elefantes blancos y los
elefantes blancos a todos los elefantes negros.
Los
elefantes de ambos grupos que querían la paz se internaron en lo más profundo
de la selva y nunca más se les volvió a ver.
Comenzó
la batalla. Duró mucho tiempo. Hasta que no quedó ni un solo elefante vivo.
Durante años no se volvió a
ver a ningún elefante sobre la tierra. Hasta que un día, los nietos de los
elefantes pacíficos salieron de la jungla. Eran grises. Desde entonces los
elefantes han vivido en paz.